Conocido blasfemo nacido en Binéfar en
1833 y muerto en París en 1899, ciudad en la que se refugió hacia 1862.
Desde muy niño comenzó a practicar la habilidad que tanta fama le
reportaría y que marcaría su existencia. Al parecer, se hizo un
consumado maestro de la blasfemia, que llevó a las cumbres más altas
después de una larga etapa de aprendizaje y ensayos, aunque no existen
grabaciones de su voz, a pesar de los intentos efectuados en torno a
1863, cuando ya residía en París, por Édouard-Léon Scott de Martinville
para grabarle en su fonoautógrafo, como hizo con otra aragonesa, Leandra
Cienfuegos Carrasco.
Tudelilla Sanchís pronunciaba palabras que
significaban locura injuriosa, siempre proferidas contra Dios o sus
criaturas, y su repertorio era de una gran variedad, pudiendo
clasificarse sus execraciones o blasfemias en las siguientes: las
denominadas directas, con las que intentaba formalmente la deshonra de la divinidad; las indirectas, que no llevaban consigo tal intento; las heréticas o contrarias a la fe; las imprecativas, directamente dirigidas a Dios; y las contumeliosas, que eran un desprecio o una indignación contra el Supremo Ser.
Recogió todo su repertorio en el libro La apostasía como nuevo arte
(París, imprenta Legarde, 1888), que es un compendio de barbaridades
sin parangón en los anales bibliográficos de Europa y de parte del
extranjero, circunstancia por la cual fue perseguido y condenado a multa
de dos mil francos, aunque se libró de ir a la cárcel dado el clima
anticlerical que se vivía en el París de la época.
A pesar de todo, el
Jefe Superior de la policía del París del Segundo Imperio, Monsieur
Apolíneo Le Sénèchal, persiguió enconadamente a Tudelilla Sanchís por el
escarnio y la befa contra la religión católica que suponía su libro,
que se retiró en 1893 de las librerías y bibliotecas de la localidad.
Desde entonces, mentes diabólicas y desprovistas de escrúpulos mercadean
con los pocos ejemplares que se libraron de la quema, habiendo llegado a
pagarse la astronómica cifra de cuarenta y cinco mil pesetas por uno de
ellos.
Esta información NO ESTÁ CONTRASTADA por lo que debe tomarse con mucha precaución. Quizás solamente fue una broma del bloguero: Información obtenida de la web: http://www.antoniocardiel.com/?page_id=4326
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