La FEBI, Feria de Binéfar, fue un certamen multisectorial donde estaban representados los sectores productivos de Binéfar y su comarca. Fue un medio fundamental para la venta de productos y servicios. Acercamos hoy este vídeo del año 1991 de la FEBI, que fue grabado por Florencio Molins, en su VI edición. Una vez más, gracias. La primera edición de FEBI, se realizó en 1985.
La Feria de Binéfar (FEBI) era un evento de gran relevancia en la localidad de Binéfar. Este evento, que se celebraba anualmente, logró consolidarse como uno de los más importantes en la región, atrayendo a numerosos visitantes y expositores tanto locales como nacionales.
La FEBI, se convirtió en un escaparate crucial para el sector agrícola, ganadero, industrial y comercial de la zona. Su origen se remonta a 1985, con el objetivo de promover y dar visibilidad a los productos y servicios de la comarca. Con el paso del tiempo, la feria evolucionó y fue adaptándose a las nuevas necesidades del mercado, incorporando innovaciones tecnológicas y diversificando su oferta.
Uno de los aspectos más destacados de la FEBI fue su amplia variedad de expositores. Los asistentes podían encontrar una rica muestra de maquinaria agrícola, ganadería, productos agroalimentarios, tecnología aplicada al sector primario, artesanía, y un sinfín de productos y servicios relacionados. Esta diversidad permitía a los visitantes no solo conocer las últimas novedades del mercado, sino también establecer contactos comerciales y explorar nuevas oportunidades de negocio.
Además de la exhibición comercial, la FEBI ofrecía un extenso programa de actividades paralelas que enriquecían la experiencia de los asistentes. Entre ellas las jornadas técnicas, conferencias, talleres y demostraciones en vivo. Estas actividades eran dirigidas tanto a profesionales del sector como al público en general, con el objetivo de fomentar el conocimiento y la innovación en diferentes áreas. Las jornadas técnicas abordaban temas de actualidad y relevancia para los sectores representados en la feria, como la sostenibilidad, la digitalización, las nuevas técnicas de cultivo, y las políticas agrarias, entre otros.
La feria también tenía un componente lúdico y cultural, con actividades diseñadas para el disfrute de toda la familia. Era común encontrar espectáculos, conciertos, y actividades infantiles, que hacen de la FEBI un evento inclusivo y atractivo para todas las edades. Esta combinación de negocio y entretenimiento, contribuyó a crear un ambiente festivo y acogedor, fortaleciendo el sentido de comunidad y pertenencia entre los habitantes de Binéfar y sus visitantes.
La organización de la FEBI fue un trabajo conjunto entre el Ayuntamiento de Binéfar, asociaciones locales, y empresas patrocinadoras. Este esfuerzo colaborativo fue fundamental para el éxito de la feria, ya que garantizaba una programación de calidad y una logística eficiente. La implicación de la comunidad local es evidente y se refleja en la alta participación y en el entusiasmo con que se vivía el evento.
En términos económicos, la FEBI representaba un impulso significativo para la economía local. Durante los días que duraba la feria, la afluencia de visitantes dinamizaba el comercio y la hostelería de Binéfar, generando un impacto positivo en el empleo y en la actividad económica de la región. Este aspecto, junto con el fortalecimiento de lazos comerciales y el intercambio de conocimientos, hacía de la FEBI un evento de gran importancia para el desarrollo local y regional.