Abrir la hemeroteca y encontrarse con la edición del 9 de marzo de 1996 del Diario del Altoaragón es volver a una conversación que todavía no se ha apagado del todo. En la página 11 de aquel número —accesible desde la hemeroteca digital del periódico— se hablaba de insumisión, de juicios, de objeción de conciencia y de una forma de militancia cívica que atravesó también nuestros pueblos de La Litera y el Bajo Cinca. Aquella crónica reflejaba un clima social muy concreto: una España que discutía la “mili”, que contaba objetores y que encajaba —no sin tensiones— la desobediencia civil.
¿Qué contaba aquella noticia?
La noticia de 1996 encajaba con el pulso del momento: objetores que no aceptaban ni el cuartel ni la Prestación Social Sustitutoria (PSS), un instrumento legal creado en 1984 para quienes invocaban la conciencia, pero más largo que el propio servicio militar, y visto por los insumisos como una penalización encubierta. La Ley 48/1984 reguló la objeción y la PSS; negarse a la mili se juzgó primero en la jurisdicción militar, y rehusar la PSS implicaba procesos en la ordinaria, con penas de prisión que, en los 90, se convirtieron en uno de los costes políticos más visibles del tema.
En el terreno, la mili seguía siendo un rito de paso para los varones, con efectos reales en la vida: aplazamientos de estudios, interrupciones laborales, parones en grupos de música, destinos lejos de casa. A inicios de los noventa su duración se había recortado hasta los nueve meses (tras sucesivas reducciones desde los 18 y 12 meses previos), y en 1994 se volvió a ajustar el calendario de reemplazos. No era poca cosa, pero tampoco zanjaba el debate.
Ser objetor o insumiso en los noventa
El derecho a la objeción de conciencia venía anclado en la Constitución (art. 30.2) y se desarrolló con la Ley 48/1984. La PSS nacía en ese marco como alternativa civil, pero su mayor duración respecto a la mili y su diseño acabaron alimentando la insumisión: miles de jóvenes que, organizados en asambleas y redes locales, se negaron a ambas cosas. Hubo campañas de autoinculpación (personas que se declaraban cómplices para visibilizar el conflicto), presentaciones públicas ante los juzgados y, lo que más pesó en la opinión pública, entradas en prisión. Diversos recuentos sitúan a “alrededor de 1.500” jóvenes encarcelados a lo largo de la década, cifra que habla de la escala del choque entre conciencia individual y políticas de defensa de entonces.
En esa cronología, los primeros juicios militares a insumisos datan de 1989, y el propio Estado fue encajando el golpe reordenando competencias (traspasando causas a tribunales ordinarios) y modulando penas, mientras el movimiento se hacía más amplio y transversal. A las asambleas se sumaban colectivos antimilitaristas y apoyos sociales cada vez más amplios.
El final de la “mili” (y por qué no se cerró del todo el debate)
La suspensión del servicio militar obligatorio llegó legalmente con la Ley 17/1999, que fijó el calendario de profesionalización, y se ejecutó un año antes de lo inicialmente previsto a través del Real Decreto 247/2001, que adelantó la fecha al 31 de diciembre de 2001. Fue el punto final administrativo de un proceso que se venía gestando tiempo atrás y que, sociopolíticamente, tuvo en la insumisión uno de sus catalizadores más visibles.
Ahora bien, quien hojee el artículo 30.2 de la Constitución comprobará que la carta magna sigue mencionando la posibilidad del servicio militar obligatorio y el reconocimiento de la objeción de conciencia con “prestación social sustitutoria”. Es decir: jurídicamente, la mili quedó suspendida, no derogada de la Constitución; traerla de vuelta requeriría mayorías y leyes, pero el renglón constitucional continúa ahí.
Europa vuelve a hablar de reclutamiento: ¿regreso al pasado?
Leer hoy aquella página de 1996 desde Binéfar tiene otro eco: el de una Europa que, tras la guerra a gran escala en Ucrania, ha reabierto debates sobre el reclutamiento y las reservas. Suecia reactivó el servicio militar en 2017 (incluye a hombres y mujeres) tras haberlo abolido en 2010. Letonia la recuperó en 2023–2024 con un modelo gradual. En Alemania, el gobierno ha abierto el camino a un servicio “basado inicialmente en voluntarios” con vistas a un esquema más amplio, reencendiendo el debate nacional. Dinamarca, por su parte, ha dado el paso de incluir a las mujeres en el sorteo y ampliar el tiempo de servicio.
Además, conviene recordar que en Europa nunca desapareció del todo. Finlandia y Noruega han mantenido sistemas sólidos (en Noruega, de género neutral desde 2015), Estonia sigue perfeccionando su modelo de reemplazo y reservas, y otros (Austria, Grecia, Chipre, Suiza, entre más) conservan servicio obligatorio o mixto. No es una corriente uniforme, pero sí una tendencia de refuerzo de capacidades y reservas en el flanco norte y este del continente.
La memoria local
Si algo enseñan las hemerotecas es que las grandes discusiones pasan por nuestros barrios. En 1996, la palabra insumisión no era un abstracto: tenía rostros, asambleas y apoyos aquí al lado. Por eso, releer aquella página no es nostalgia: es un ejercicio de memoria democrática. Y también una invitación a discutir con calma la deriva europea de hoy: ¿qué entendemos por seguridad? ¿cómo se construye una defensa nacional compatible con la diversidad de conciencias? ¿qué papel juega la sociedad civil cuando el péndulo de la historia vuelve a tensarse?
Cierro con dos enlaces útiles para quien quiera ir a las fuentes: la hemeroteca donde está la edición del Diario del Altoaragón del 9/3/1996, y el BOE con el Real Decreto 247/2001 que adelantó la suspensión de la mili.
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Fuentes:
- Hemeroteca DA : https://store.diariodelaltoaragon.es/cgi-bin/Pandora?xslt=ejemplar;filename=DA19960309;place=none;publication=Diario%20del%20AltoArag%C3%B3n;day=09;month=03;year=1996;page=0011;id=0000123878;collection=prensa;url_high=http://store.diariodelaltoaragon.es/prensa/Diario%20del%20AltoArag%C3%B3n/1996/199603/19960309/DA19960309-0011.pdf;lang=es;archivo=;encoding=utf-8
- Contexto histórico y jurídico: Ley 48/1984 (BOE), Ley 17/1999 (BOE), RD 247/2001 (BOE), Constitución, art. 30.2 (BOE).
- Movimiento de insumisión y cronología: Síntesis enciclopédica, KEM‑MOC: Breve historia, Archivo La Digitalizadora (estimación de encarcelados).
- La “mili” en los 90 (duración y significado social): Servicio militar en España.
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