En contadísimas ocasiones el informativo nacional de madrugada abre su sección de Deportes con una noticia de un equipo de Zaragoza. Quizá las dos Copas del Rey del CAI, la Copa y la Recopa del Real Zaragoza. El caso en que en la madrugada del 24 al 25 de junio de 1995, apenas mes y medio después de la conquista de París, Rosa María Mateo nos trajo hasta la pantalla la gesta de unos chicos de Zaragoza que se habían proclamado campeones de liga en España tras derribar al todopoderoso Interviú. Hoy hace exactamente un cuarto de siglo. Y un cuarto de siglo después, continúa siendo el único club censado en la capital aragonesa capaz de levantar un título liguero en la máxima categoría.
Después de la explosión del baloncesto en la década de los 80, el fútbol sala era un deporte emergente en los 90. El deporte de moda, repetía todos los días Supergarcía en Antena 3 Radio. Practicado y promocionado por exfutbolistas de postín, también se desarrolló de forma sobresaliente en los colegios, al coincidir las dimensiones de la pista con las de balonmano (40 x 20 metros). Tras varios intentos para crear una competición nacional absoluta, el proyecto cuajó en el curso 1989-90. Por supuesto, controlaba el asunto José María García y su Interviú. Hizo mucho García por este deporte. Capaz incluso de dotar de la misma dimensión informativa a un partido de Primera División de fútbol que uno de fútbol sala. El deporte del balón pequeño le debe mucho al Súper. Con Saorín montó un equipo fantástico: Carosini, Jesús, Pachi, Agustín... Eduardo González también había intentado introducir Zaragoza en ese ruedo con Radio Popular. Luis Ángel Corredera entró en escena a principios de los 90. Lo hizo a través del conjunto de Bomberos, germen de los campeones que hoy conmemoramos.
Fundados en 1983 como un grupo de amigos, saltaron a la División de Honor en 1991 tras vencer al Teka de Santander. La base de este ascenso se logró con jugadores aragoneses: Paco Ledesma, Chavi Ladaga, Juan Gomez ‘Galo’, Aurelio Garbajosa, Pedro de la 0, Jesús Cortes, Ángel Marzo. El estreno ya fue de aúpa, llegando a las semifinales del ‘play off’ de liga y a la final de la Copa. El primer título del Super Sego llegó en 1993, al levantar la Copa ante el Caja Castilla-La Mancha. En el curso siguiente llegaría la Supercopa, al tumbar al Penzoil Marsanz. Zaragoza vivía un momento de efervescencia extraordinario con el fútbol sala. Había acertado Luis Ángel Corredera con su apuesta decidida por los chavales de la cantera. Cuando otros clubes llenaban su plantillas de brasileños, Corredera ponía a un tal Paco, que la tocaba de flipar con la zurda. Y otro muchacho espigado, Chavi, que jugaba con esmoquin. Y otro muy alto, Santi, veía el juego de cine desde atrás. Y a un goleador, Galo, valiente como el acero. Y en un plis plas hizo Corredera un equipo de locura. En apenas unos meses, los cuatro chavales eran don Paco Ledesma, don Chavi Ladaga, don Santi Herrero y don Juan Gómez ‘Galo’, cuatro señores jugadores de fútbol sala, todos ellos internacionales por España.
También hubo brasileños. Lo sintetizaremos en uno que valía más que entre todos juntos: Eduardo Thiago Lenz ‘Duda’. Antes de que llegaran los títulos, hubo un día a subrayar por encima de todos. El 1 de noviembre de 1991, el Sego sacó de la pista al Barça. Uno tras otro hasta hacer 10 goles, con 5.000 espectadores en el pabellón Príncipe Felipe. La prensa catalana omitió el resultado y la ficha técnica del decálogo para la historia, pero todos los medios de Madrid convinieron en que algo muy gordo se estaba gestando en Zaragoza. España entera alucinaba con el Sego. Los chavales se habían hecho hombres.
Y llegaron las ofertas: Chavi se fue a El Pozo, Ledesma también dijo adiós. Y también el mágico Eduardo Thiago Lenz ‘Duda’. Pero Corredera supo reaccionar. Con cuatro perras, con apenas 20 millones de las antiguas pesetas, edificó otro equipo maravilloso: mantuvo a Santi Herrero como cerebro, bien auxiliado por un recuperador y un finalizador de categoría, Monjonell y Galo, respectivamente. Y firmó al canario Martín para zurrar arriba. Con ese esqueleto, con solo un extranjero (Totó) y con un chaval de 17 años (José Mari) como tercera rotación, con juveniles en el banquillo (Carlos Calvo, el añorado Sano, Chema Olona, Pascual Soro y Chema Monteaguado), el Pinturas Lepanto, nombre comercial del Sego, derribó a todo un Interviú. Los mismos jugadores que veíamos por el bar Mito, en Francisco de Vitoria, y con los que luego nos tomábamos copas de madrugada en El Buscón, en el Casco Viejo, eran los campeones. Después, en menos de un lustro, desapareció el Sego. Eso sí, jamás nadie les arrebatará la dicha de que Rosa María Mateo abriera un informativo nacional de madrugada con unos chavales de Zaragoza.
LA FICHA
Pinturas Lepanto, 6
Interviú, 4
Pinturas Lepanto Zaragoza:
Emilio, Totó, Santi Herrero, Jaume Monjonell y Martín -cinco inicial-, Galo, Kake y José Mari. También entraron en el acta: Carlos Calvo, Alejandro Abenia ‘Sano’, Chema Olona, Pascual Soro y Chema Monteaguado.
Interviú Boomerang: Cuesta, Julio, Carosini, Celso y Ortiz -cinco inicial-, Julián, Cobeta, José, Francis y Richard.
Goles: 0-1, minuto 16: Richard. 1-1, minuto 18: Monjonell. 2-1, minuto 21: Galo. 3-1, minuto 31: Santi. 3-2, minuto 32: Ortiz. 4-2, minuto 33: Martín. 4-3, minuto 35: Ortiz. 4-4, minuto 37: Richard. 5-4, minuto 37: Galo. 6-4, minuto 40: Galo.
Árbitros: Zurro y Couso. Mostraron cartulina amarilla a Carlos, Kake, Santi, Galo, Corredera y al segundo entrenador, Garbajosa, por el Pinturas Lepanto; y a Celso, Richard y Ortiz, por el Interviú .
Incidencias: lleno en el pabellón el Príncipe Felipe, con 11.000 espectadores en las gradas.
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