En el verano de 1885 penetró desde el Levante una epidemia de colera que se extendió rápidamente por todo el Sistema ibérico, afectando a las provincias de Valencia, Castellón, Cuenca, Teruel, Zaragoza, Huesca y Navarra. En un primer momento las autoridades sanitarias negarán su existencia, hasta que la situación sea irreversible. Llegado junio, el Gobernador Civil de Teruel decide establecer lazaretos para poner en cuarentena a las personas y mercancías que pretendan circular por la provincia, exigiendo certificados médicos a los viajeros y etiquetas de sanidad para las mercancías .
Las epidemias de cólera en España fueron una serie de brotes de cólera morbo que ocurrieron desde el primer tercio del siglo XIX hasta finales del mismo siglo en las grandes ciudades de España. En total, fallecieron unas 800.000 personas a lo largo de las cuatro pandemias que acontecieron en España durante ese siglo. No obstante, la enfermedad del cólera fue una entre varias de las enfermedades contagiosas que azotaron el país. Sirva decir que la población española en 1800 era de 11,5 millones de personas y se caracterizaba por una alta tasa de natalidad y mortalidad. Las sucesivas pandemias que sufrió el país provocaron una recesión económica, así como una oportunidad de cambio profundo en la sanidad e higiene en España. No estuvo exenta de polémicas, tanto por el empleo de las vacunas creadas por Jaume Ferran i Clua como por las formas de combatir la enfermedad, así como por las políticas empleadas para abordar la misma. Cabe mencionar que el terror causado en la población, debido a las muertes ocasionadas, fue motivo de revueltas populares e inestabilidad social.
Una de las características de la inicial evolución del cólera es que cada país infectado trataba de solucionar el problema por sí mismo, sin solicitar ayuda al resto y sin realizar ninguna acción conjunta, ni dar información alguna a otras naciones. En España, ocurrió de la misma forma. Las enfermedades infecciosas son una forma habitual de mortalidad, y a comienzos del siglo XX, las muertes por enfermedades infecciosas todavía suponían casi la cuarta parte de las defunciones. El cólera era una de las más temidas por la sociedad, pero no era la única que azotaba al país: un ejemplo eran la fiebre amarilla y la viruela. La mortalidad de los diferentes brotes causó unas 300 000 muertes en el periodo 1833-1834, unas 236 000 muertes en 1854-1855, unas 120 000 en 1865 y otras 120 000 en 1885. Se puede comprobar que el último brote ocurrió cuando ya se conocía la causa de la enfermedad. El cólera afectó en sus diversos brotes sobre todo a la mitad oriental de la península ibérica, y particularmente a los núcleos urbanos densamente poblados, de la costa y algunos de ellos también en el interior. Desde que en 1832 la enfermedad apareció en Gran Bretaña, en España existía la preocupación por conocer el origen, la prevención y el tratamiento. Sin embargo, al desconocer la etiología de la enfermedad, las acciones de carácter preventivo eran ensayos sin fundamento científico alguno.
Desde el primer brote de 1817, ocurrido en la India, es conocida como una enfermedad pandémica. Su posterior propagación a lo largo de los sucesivos países de Europa hace aparecer, finalmente, los primeros casos en España. El primer brote ocurrió a principios de 1833, en el puerto de Vigo, que se repite casi simultáneamente en el sur de España (Andalucía). El primer brote surgió en un ambiente político conflictivo e inestable, en mitad de una transición política severa. La entonces muy reciente muerte de Fernando VII tras la Década Ominosa dejó un estado débil y lleno de conflictos, acontecieron los primeros brotes durante la que sería la Primera Guerra Carlista que se desarrollaba en el norte de España. En 1884, Robert Koch descubrió el origen de la enfermedad en forma de bacilo; el combate contra su avance tuvo ya desde ese año un sentido científico, no obstante aparecen brotes epidémicos a lo largo del mundo. En el siglo XX, sólo hubo dos brotes de cólera en España, que sucedieron en 1971 y 1979.
La epidemia de cólera morbo de 1885 afectó también a Aragón. La ignorancia y el miedo que el cólera despertaba, consiguieron que la sociedad y el poder local de numerosas ciudades y poblaciones se opusieran a la política sanitaria del Gobierno central. La prensa también alentó este movimiento insurreccional denominado cantonalismo sanitario. Otros efectos sociales generados por la epidemia fueron huir de las poblaciones y ocultar la enfermedad, pues las personas usaron estos mecanismos de defensa individuales contra el cólera.
En
el Binéfar de 1877, el censo del ayuntamiento arroja unos 1.581
habitantes, disminuyendo en los próximos veinte años en cien habitantes
por culpa de la emigración y la epidemia de cólera.
Acercamos hoy varios documentos sobre la epidemia de cólera de 1885 en Binéfar.
En el primero, del Diario de Huesca del 20 de Julio de 1885 refiriéndose a lo aparecido en El País , se da noticia de que el alcalde de Binéfar, contra a voluntad de la mayoría del vecindario, ordenó tapiar todas las boca calles del pueblo para impedir de este modo, la entrada de todas las personas, sean o no sospechosas.
En el primero, del Diario de Huesca del 20 de Julio de 1885 refiriéndose a lo aparecido en El País , se da noticia de que el alcalde de Binéfar, contra a voluntad de la mayoría del vecindario, ordenó tapiar todas las boca calles del pueblo para impedir de este modo, la entrada de todas las personas, sean o no sospechosas.
La coletilla final es de órdago:
" Lo trasladamos al Gobernador de Huesca, por si
mete en cintura a ese Alcalde de monterilla."
El segundo, aparecido en La Vanguardía el 4 de agosto de 1885 y que hace referencia a la nota de El Diario de Avisos de Zaragoza del día 2 de Agosto con similares palabras y también nombra acciones parecidas en Borja y la desinfección en Fonz, realizada con tal esmero que, alguno de los fumigados dejo de existir.
Un documento que creo fundamental para profundizar en esta epidemia es la Memoria de epidemias en Huesca Para evitar el contagio Archivo Histórico Provincial de Huesca
En la página 2 del Diario de Huesca del 9 de julio de 1885 se habla previniendo a los Alcaldes y Subdelegados, no permitan bajo ningún concepto se practique la inoculación del líquido profilático del cólera del doctor Ferran pues solamente está autorizado para verificarla por sí mismo el expresado doctor únicamente en las poblaciones infestadas.
Fuentes:
-Epidemias de cólera en España
- ISSN: 1134-2277 El cólera morbo de 1885 en Sevilla y sus consecuencias sociales Manuel Ángel Calvo Calvo Universidad de Sevilla macalvo@us.es
- xilocapedia
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