domingo, 29 de junio de 2025

La Gayata (1976‑1978). Peña de Binéfar

Las peñas de Binéfar: La Gayata (1976‑1978) 

Cuando en 1976 el Ayuntamiento de Binéfar decidió dar voz y color a la juventud, no sabía que estaba sembrando las semillas de una revolución cultural. Esa primavera surgieron siete peñas: La Gayata, La Kraba, El Tozal, Latacín, Binéfar 77, Cetril, Cascabel. Cada una con identidad propia, forjadas a partir de antiguos chamizos.

Peña La Gayata de Binéfar

Desfile con pancarta "Cantando y bailando, con esta Gayata. Bebiendo y j...ndo y dando la lata"

Nace La Gayata (1976)

La Gayata se gestó en un chamizo de la Calle Barcelona ese mismo año. Su nombre, «gayata», refleja el aragonés de “bastón”. Ese año su logo representaba un bastón cuyo mango formaba la L, subrayando el nombre en negro; al año siguiente, el diseño evolucionó a colores más elaborados. Su camiseta era azul marino con cuello y bocamangas blancas —un contraste clásico que destacaba entre las peñas.

Bajo la batuta de Carlos Camañes y su círculo de una decena de jóvenes de entre 18 y 20 años, la peña arrancó con 110 socios en 1976. El número subió a 176 en 1977, lo que demuestra el tirón social del proyecto. A la junta se sumaron nombres clave: José Guillermo Español, Emilio Mora, Cecilio López, Fernando Castarlenas, José Domingo Zamorano –que sería su último presidente–, Manuel Solano, Ramón Pau, entre otros.

El local de la peña, con zona al aire libre y fondo cubierto, servía a diario de punto de reunión, y también como escenario de sus actividades. En la faceta taurina, destacaron Feliciano Luño y Félix Ramos en 1976; al año siguiente, Paco Vidal, “El Chalán”, tomó el relevo.

Peña La Gayata de Binéfar

 

Peña La Gayata en los toros.

Trayectoria y motivos de desaparición (1978)

Desde su unión a la APEBIN —la Asociación de Peñas Binefarenses fundada en 1976 y activa hasta 1988—, La Gayata participó con entusiasmo en concursos, como el de carrozas de 1978, donde logró un resonante tercer puesto. Sin embargo, la insatisfacción aumentó cuando la directiva apostó por financiar actividades deportivas con parte de las cuotas, algo que muchos socios vieron como un desvío: ellos querían únicamente “fiestas” 🎉, no maratones ni partidos. El desencuentro creció y, tras las fiestas de 1978, durante la presidencia de José Domingo Zamorano, se decidió cerrar el chiringuito. La mayoría de peñistas jóvenes migraron al Tozal, la peña por edad y afinidad, o se disolvieron hacia ningún grupo.

 

Peña La Gayata de Binéfar

Equipo La Gayata e el campeonato interpeñas.

El entorno de las peñas (1976‑1980)

Peña Año fundación Estado en 1980
La Kraba 1976 Activa, celebrando 25 años en 2001
El Tozal 1976 Perdura y absorbe afiliados
Latacín 1976 Activa en el ferial
Binéfar 77 1976 Activa, organiza guiñote y verbenas
Cetril, Cascabel, Chaplin, Barones 1976‑1978 Presentes en registros hasta 1980

La Kraba, con sus 25 años reflejados en el libro, fue la más constante. El Tozal absorbió peñistas tras la disolución de La Gayata y ganó peso. Latacín y Binéfar 77 mantenían presencia activa con eventos y programación propia.

Impacto sociocultural

El fenómeno peñista en Binéfar marcó el paso de una fiesta local tradicional a una fiesta juvenil, colectiva y participativa. APEBIN canalizó durante doce años buena parte de la programación cultural, deportiva y festiva, cohesionado a las peñas.

Las peñas no solo eran para septiembre (fiestas en honor al Santo Cristo de los Milagros), también organizaban Pascua, San Isidro o San Cristóbal.

Peña La Gayata de Binéfar

 

Desfile con carroza de barra americana.

Citas del libro "25 años de la Peña La Kraba"

“Su nombre viene determinado por una palabra aragonesa: ‘gayata’… en color negro.”
“En 1976 consiguen 110 socios, pero el año que más es 1977 con 176.”
“Sus representantes en 1976 son Feliciano Luño y Félix Ramos… Paco Vidal ‘El Chalán’ toma la alternativa.”
“Los socios de base no muestran demasiado interés… no entienden que una parte importante de su cuota se adjudique a actos deportivos.”
“Tras las fiestas de 1978… La Gayata desaparece. …la mayor parte de los que deciden seguir… van al Tozal…”Mirada de futuro

La experiencia de La Gayata nos enseña que las peñas son el germen de la cultura ciudadana: generaron unión, creatividad y empoderamiento. Aunque algunas, como La Gayata, tuvieron una llama breve, otras encendieron brasas que aún arden en recintos feriales, locales callejeros y el corazón de la fiesta binefarense.

Peña La Gayata de Binéfar
Escudo peña La Gayata de Binéfar
 
Hoy, en pleno siglo XXI, este modelo de peña sigue vivo: basta pasear por las fiestas mayores de septiembre para escuchar nombres como Kraba, Tozal, Latacín, Interchamizos… y reconocer en ellos el eco de su antecesora, La Gayata.

La Gayata no ganó la batalla del tiempo, pero sí la batalla de la pasión. Fue chispa que encendió un fuego colectivo en Binéfar; y aunque su camino acabó en 1978, su influencia sigue encendida.

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Fuentes: 

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