Hace apenas unas semanas, vimos como los agricultores se unieron alzando al voz por la falta de precios justos, subidas de costes de producción, excesiva burocracia, recortes en las ayudas, barreras comerciales, etc... Las movilizaciones continúan con más o menos fuerza según la zona.
También en Binéfar vimos tractores en las rotondas, colas de vehículos agrícolas en el casco urbano y otros actos reivindicativos en medios e instituciones y, es que la historia es pertinaz, e insiste en repetirse cada cierto tiempo. Acercamos este texto de la Voz de Binéfar de abril de 1977, hace nada menos que 47 años y, como podemos leer, las reivindicaciones son muy parecidas. Y el campo. se unió.
El día 24 de febrero, aparecieron en las carreteras de algunas provincias españolas, concretamente Burgos, Logroño, Soria, Navarra y algunas otras de Castilla, unos cuantos miles de tractores. El motivo principal era la excesivamente baja cotización de la patata a consecuencia, de los problemas surgidos en la exportación. Este podamos decir, fue la causa primera, la gota que hizo rebosar el vaso o si se prefiere, la chispa que encendió la mecha. Atrás, pero latentes quedaban los problemas de la comercialización de la pera, manzana y demás frutos, pero también latían los problemas con los precios de los productos controlados por el SENPA, y una vez saltaba la chispa el fuego corrió con la velocidad del rayo y a estas primeras provincias se unieron rápidamente las de Cataluña y Aragón (y no podía faltar tampoco el apoyo de Binéfar y Comarca). Era lógico que así fuera, pues a mayor potencial mayores pérdidas y era de esperar y así fue, que el motivo inicial se unieron esos otros motivos que desde hace ya demasiado tiempo vienen preocupando a la totalidad del agro.
Y el campo se unió. Por primera vez en la historia, más de tres agricultores se han puesto públicamente de ·acuerdo y han manifestado sus quejas y reclamado sus derechos, que son obligaciones, porque repercuten directamente sobre la estabilidad familiar y es significativo e importante destacar, que la edad media de los agricultores activos rebase los 45 años de edad , y es así mismo normal y corriente encontrarse con agricultores padres de familia seriamente preocupados porque de (por ejemplo), tres hijos varones, dos estén ya trabajando en la industria y el tercero no quiere ni oír hablar del campo, y eso ¿porqué?.
Sencillamente porque el campo ha sido y todavía es, ese sector marginado. El campo es todavía para muchos , esas extensiones de tierra que quedan entre ciudad y ciudad , pero la mayoría ignoran que este campo es ta muriendo , porque los hombres que deberían vivir de él ven como sus posibilidades económicas van (al contrario que ocurre en la mayoría de los demás sectores), rápidamente menguando.
Pero el campo, al que todavía le queda una chispa de vida, no presenta sólo problemas, expone estos pero presenta también soluciones. Frente a una petición de precios justos, el agricultor sabe que no es tarea fácil y mucho menos si a quien se dirige la petición no conoce más que los encantos dominicales del campo, por ello pide también un Sindicato libre formado por hombres del campo. El agricultor sabe que es ilógico pretender concebir una auténtica política agraria al margen de los propios interesados, porque en el mejor de los casos, puede ocurrir y ocurre, que aún haciéndolo con la mejor (supongamos, buena fe) aparezca una gran chapuza que revierta sus beneficios, como viene acorriendo sobre la industria.Y dejemos de lado, más vale el asunto de los intermediarios, mientras el agricultor obtuvo por siete meses de trabajos y preocupaciones 6 Ptas. por kilo de manzana, el almacenista por guardarlas durante dos meses y gracias al toque de la varita mágica, esta obteniendo TRES veces mis del precio que pagó. Pero no acaba ahí la historia y es que el arriesgado agricultor que guardó sus producto en las cámaras se las ve y se las desea para obtener una peseta de beneficio y esto no sólo con la fruta, lo mismo ocurre con las verduras , forrajes, etc.
La Seguridad Social es otro de los puntos conflictivos. Se pide que la Seguridad Social Agraria goce de los mismos beneficios que la rama general, esto tampoco es un descabello , pues tan trabajadores somos unos como otros y puestos a cotizar nadie le ha rebajado nada al sector agrícola y sin embargo a la hora de recoger los frutos resulta que a veces, no llegan puesto que los legítimos beneficiarios son unicamente los propietarios de las tierras pero no los hijos que las trabajan.
Problemas no faltan y buena prueba de ello es esas largas hileras de tractores que, debidamente ordenados , dando una vez más una auténtica lección de civismo, se encontraban estacionados a lo largo de los arcenes y cunetas de nuestras carreteras. Cualquiera que se hubiera acercado por los puntos de reunión de los tractoristas hubiera podido ver, más que oír, una interminable lista de problemas y problemillas, que hubiera visto también como junto con la angustia de la crisis nacía una esperanza basada en la unión, en esta primera pero importante demostración de que el sector agrícola es un sector que se puede unir porque la crisis que atraviesa a todos oprime por igual, tras de esa angustia se ve avanzar con paso joven, firme y potente, el resurgir de un sector que es base y apoyo de la economía nacional. Y precisamente por eso, porque 21 campo esta vivo hemos sacado los tractores. Por eso porque el campo es ta vivo volveremos, si es preciso, a hacer callar los motores para que se oiga nuestra voz. ---------------- J.N.G. José Naves Gaya
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