Gimnasia rítmica desde el Colegio Corazón de María de Binéfar (1986)

En mayo de 1986, La Voz de Binéfar titulaba: “Gimnasia rítmica: Copa récords”. Y no exageraba.

Las chicas del Colegio Corazón de María estaban viviendo una auténtica edad dorada de la gimnasia rítmica en nuestra localidad. No era un éxito puntual ni fruto de la casualidad. Era trabajo, constancia, disciplina… y muchas horas de entreno.

En aquel III Encuentro de Gimnasia Rítmica de Lleida, las gimnastas binefarenses coparon los primeros puestos frente a más de dieciséis colegios con mayor tradición y recursos.

Los resultados hablan solos y hoy siguen impresionando. Oro, plata y copas en categorías prebenjamín, benjamín, alevín e infantil, tanto en manos libres como en especialidades. El aro infantil logró un segundo puesto y plata; la pelota infantil, otro oro más. Una cosecha que permite calificarla de “temporada histórica”.

 

Detrás de todo aquello estaba el nombre de Merche Cadens, entrenadora y pieza clave de ese engranaje silencioso que convertía talento en resultados. A la sombra, como decía el propio artículo, pero con una influencia decisiva. Porque el deporte base no se construye con titulares, sino con entrenamientos interminables y paciencia infinita.

La foto que acompaña esta entrada —y que muchos reconocerán de inmediato— es más que un recuerdo: es un retrato generacional. Rostros jóvenes, medallas colgando del cuello, copas alineadas con orgullo y ese cartel sencillo de “Corazón de María” que hoy despierta una mezcla de nostalgia y admiración. Ahí están muchas historias que no caben en una crónica: viajes, nervios antes de competir, compañerismo y alguna que otra lágrima, seguro.

El artículo también dejaba entrever una crítica a la organización regional de la época, con desplazamientos poco acertados y decisiones discutibles. Nada nuevo bajo el sol. Pero ni eso logró empañar el mérito de aquellas gimnastas, que demostraron que desde Binéfar se podía competir —y ganar— al más alto nivel.

 

Casi cuarenta años después, conviene recordarlo. No solo por nostalgia, sino porque estas historias explican quiénes somos. Binéfar ha sido y es cantera de deporte, de esfuerzo y de valores. Y en 1986, la gimnasia rítmica fue uno de sus mejores estandartes.

Enhorabuena, una vez más, a aquellas chavalas. Porque los récords se baten… pero la memoria permanece.

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Fuente: La Voz de Binéfar Mayo 1986