domingo, 6 de abril de 2025

La Bóvila y el Barrio de Tejerías: Historia viva de Binéfar

🧱 La Bóvila y el Barrio de Tejerías: Historia viva de Binéfar

Hablar del barrio de Tejerías en Binéfar es adentrarse en una parte esencial del pasado industrial del municipio. Entre hornos, ladrillos y tejas se forjó no solo un barrio, sino también una manera de vivir y trabajar que marcó a generaciones. En el corazón de esta historia se encuentra La Bóvila de Binéfar, una fábrica de cerámica que dio nombre y sentido a la zona.

🔨 Los orígenes de la Bóvila (1924)

La construcción de la bóvila data de 1924, promovida por Próspero Montousse Jacomed, un experto en hormigón armado de origen francés. Llegó a Binéfar para participar en las obras del Sifón del Sosa y se casó con Carmen Ortiz Oncins, hija de un propietario local de un tejar. Para levantar esta moderna fábrica, Montousse se asoció con su suegro José Ortiz Alegre y sus cuñados Miguel y Antonio, fundando así La Bóvila de Binéfar.

El horno de la fábrica era de tipo Hoffman, un sistema avanzado para la época que permitía una cocción continua del material, aprovechando el calor residual y logrando una mayor eficiencia energética. Aunque la maquinaria era moderna, el proceso seguía siendo en gran parte manual, desde el amasado hasta la colocación del material en los hornos.

⛏️ Producción y expansión

La arcilla utilizada en la bóvila se extraía en la cantera Montousse, situada dentro del término municipal. En 1930, la producción ascendía a 480 toneladas anuales destinadas a la fabricación de ladrillos y tejas.

Tras la muerte prematura de Miguel Ortiz durante la Guerra Civil, la gestión pasó por varias manos, hasta que en 1934 el comerciante Sebastián Bernard asumió el control. Fue él quien impulsó la modernización de la fábrica, con la incorporación de molinos, trituradoras, amasadoras y cortadores automáticos, capaces de trabajar con barros más depurados para productos como la teja alemana o los ladrillos “Gero”.

En 1952, la bóvila fue arrendada a Antonio Arasanz Amal y su cuñado José Mª Ortiz Juste, quienes renovaron la tecnología y relanzaron la empresa bajo el nombre de Antigua Cerámica de Binéfar.

⚙️ El trabajo en la bóvila

A pesar de los avances técnicos, la mano de obra seguía siendo esencial, especialmente para transportar el material, colocarlo en los hornos y mantener el calor. Estas tareas eran duras y expuestas a altas temperaturas, provocando condiciones de trabajo muy exigentes. La fábrica llegó a tener unos 15 empleados, y la cantera de extracción se situaba en Monte Julia.

En 1983, la empresa pasó a ser gestionada por una cooperativa de trabajadores, bajo el nombre Cooperativa Limitada Cerámica de Binéfar, prolongando su actividad durante una década más, hasta su cierre definitivo en los años 90.

🏘️ El barrio de Tejerías

Paralelamente al desarrollo de la fábrica, surgió el barrio de Tejerías, un entorno obrero y popular que creció al calor de la bóvila. Muchas de las viviendas fueron construidas por los propios trabajadores, y las calles todavía conservan el espíritu de comunidad forjado entre ladrillos y hornos.

🧱 La otra fábrica: Moderna Cerámica (Carretera de Tamarite)

En 1949, se fundó otra fábrica importante en la carretera de Tamarite: Moderna Cerámica, creada por Antonio Pueyo Gil. Contaba con un horno de 300 m³ y una maquinaria más avanzada. Su producción diaria alcanzaba las 20.000 unidades de tejas y ladrillos, y se especializaba en piezas resistentes y de calidad, muchas veces bajo pedido oficial. Esta fábrica también formó parte del entramado industrial de Binéfar durante el siglo XX.

✨ Una herencia de fuego y barro

Hoy, la bóvila ya no está en funcionamiento, pero su historia sigue viva en el barrio que ayudó a levantar y en la memoria colectiva de Binéfar. Entre los recuerdos de chimeneas humeantes y el sonido del barro al ser moldeado, queda el testimonio de una época en la que ladrillo a ladrillo se construyó un pueblo.

📉 El final de una era

En los años 70, la bóvila aún funcionaba, aunque el sector comenzaba a cambiar. La crisis del petróleo, la aparición de nuevos materiales de construcción y la entrada de España en el Mercado Común Europeo provocaron una reconversión industrial que afectó también a Binéfar. Poco a poco, estas antiguas fábricas fueron cerrando, pero su huella quedó impresa en el urbanismo y en la memoria colectiva del pueblo

 

¿Tienes recuerdos o anécdotas del barrio o de la bóvila? ¡Cuéntanos tu historia y ayúdanos a conservar esta parte esencial del patrimonio binefarense!

 Más info aquí: La bóvila de Binéfar 

La Bóvila y el Barrio de Tejerías: Historia viva de Binéfar

Fuentes: 

  • La Industrialización de Binéfar de Silvia Isábal
  • Historia de Binéfar - Ayuntamiento de Binéfar https://www.binefar.es/pagina/historia-11

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