domingo, 2 de noviembre de 2025

La Estación de tren de Binéfar en Mayo de 1977

Desde la perspectiva histórica y geográfica de Binéfar y su comarca, el tren vertebra familias, educación, industria, visitas médicas y lúdicas y un largo etcétera de motivos que a todos se nos vienen a la cabeza. 

En mayo de 1977 ya aparecen señales del deterioro de la estación y sus alrededores: “la estación de ferrocarril ofrece un aspecto lamentable, sus jardines. si así pueden llamarse, parecen la la selva tropical y no me extrañaría, que algún día apareciera Tarzán esperando el ferrobus” (La Voz de Binéfar, mayo 1977, epoca V nº 13). Es un diagnóstico de hace casi 50 años.

La Voz de Binéfar, mayo 1977, epoca V nº 13 

Un poco de historia

La estación de Binéfar se inauguró el 18 de septiembre de 1861, en plena expansión del ferrocarril en Aragón. En sus décadas de esplendor sirvió tanto al transporte de personas como al de mercancías: agrícolas (vino, cereal), industriales (la zona del Cinca Medio) y viajeros de paso. Era un nodo importante en la línea Zaragoza-Lérida.

Sin embargo, como apuntaba ya el boletín de 1977: las instalaciones decaían, los jardines “selva tropical”, los servicios de limpieza y espera inexistentes, lavabos sin uso, y la sala de espera tan amplia que da la vuelta y “entra por el andén” girando 180º, como ironizaba el autor que se escondía tras “I.J.G.”. Eso era entonces. Y lo que sorprende es que muchos de esos problemas siguen vivos.

Estación de Binéfar

 En 2021 aparecía esta noticia en prensa:

Esta semana hemos conocido que desde Zaragoza pretenden eliminar el servicio de tren en Binéfar. Recopilamos hoy lo que sucedió en el año 2001, con un pleno Extraordinario del Ayuntamiento en la Estación de tren, cuando Binéfar se movilizó alrededor de la coordinadora "Binéfar a todo TREN"

La coordinadora "Binéfar a todo tren” solicitó en julio de 2001 y dirigiéndose al ayuntamiento para que convoque un pleno extraordinario en la estación de Renfe para mostrar su adhesión al manifiesto elaborado por el Consejo Económico y Social, en el que se hace especial hincapié en la importancia de la estación de tren de Binéfa y del ferrocarril para el presente y el futuro del municipio.

 Pleno del Ayuntamiento en Estación de tren de Binéfar

La estación de Binéfar pasa por una situación que podría calificarse de lamentable: edificios que languidecen, andenes sin recrecer que impiden subir y bajar a muchos usuarios en condiciones mínimas de seguridad, servicios recortados y conexiones que se pierden, "como lágrimas en la lluvia".

Pleno del Ayuntamiento en Estación de tren de Binéfar 

En 2023 una carta al director la califica de abandono, sin billetes presenciales, con lavabos que no hay y andenes inadecuados y en 2017 el consistorio reclamaba al ADIF mejoras urgentes “por la falta de mantenimiento durante años”. 

Pleno del Ayuntamiento en Estación de tren de Binéfar
Pleno del Ayuntamiento en Estación de tren de Binéfar. 2021


Y para colmo: el servicio de tren entre Binéfar y Lérida, tan importante para la vertebración territorial, dejó de ser viable más allá de Binéfar en 2021.

 


¿Cuál es el problema concreto?

  • Reducción de servicios: El ramal que unía Zaragoza–Lérida pasa por Binéfar. Pero desde la retirada de financiación, el tramo Binéfar–Lérida se desvanece, y hoy la conexión es mucho más limitada. La consecuencia: una caída del 35 % en el volumen de viajeros. Dejó de recibir financiación estatal completa en 2014

  • Infraestructura deteriorada: Los edificios de la estación están infrautilizados, los andenes tienen deficiencias, y no existe una atención adecuada al público

  • Vías y uso impropio: En julio de 2024 se denunció que “un tren averiado y otro ‘aparcado’ ocupan 2 de las 3 vías en Binéfar”, lo que impide la circulación normal de otros convoyes

  • Personal y logística: Los trabajadores de la compañía se ven obligados a hacer cada día recorridos tan largos como 340 km (en AVE y taxi) por la decisión de terminar los servicios en Binéfar.

  • Cambio de prioridades en transporte: se favorecen corredores de alta velocidad, grandes ciudades; las líneas de media distancia, rurales, se descuidan.

  • Desconexión con el desarrollo territorial: cuando no se entiende la estación como motor de desarrollo regional, sino como gasto prescindible, se produce el abandono.

    Estación de Binéfar

¿Por qué importa esto para Binéfar y su entorno?

No es solo cosa de trenes y andenes, es cosa de territorio, economía local y expectativas de futuro.

  • Binéfar como capital y su comarca, la Litera, junto a la de Monegros y Cinca Medio, suma decenas de miles de personas que dependen de la movilidad para trabajar, estudiar o simplemente estar conectados. Que la estación o el tren se queden en precario es un mazazo para el desarrollo.

  • Una estación y un servicio ferroviario digno serían un signo de vertebración territorial. En cambio, lo que hay es señal de abandono. Cuando el tren tiene menos prioridad, el rural pierde vida.

  • Desde la perspectiva urbana y humana: andenes sin cobertura o equipada para lo mínimo implican inseguridad, incomodidad y menos usuarios — lo que retroalimenta el círculo negativo. Todo se convierte en “pues paso de coger el tren”.

Evolución comparativa: del interés al olvido

Si miramos la historia y la actualidad, vemos una trayectoria clara:

  • Era de uso intensivo: personas, mercancías, conexión regional con Zaragoza, Lérida, Barcelona.
  • Señales tempranas de abandono: el boletín de 1977 ya lo decía con sorna (“selva tropical” los jardines, lavabos sin uso).
  •  Reducción progresiva del servicio: años 2010-2020 con recortes, financiación compartida, línea que se acorta.
  •  Infrainversión en mantenimiento e infraestructuras: vías ocupadas por trenes averiados, edificio sin uso, falta de atención.
  •  Cambio de función del edificio y del nodo: la estación se negocia para otros usos, más cliente residual que motor logístico.
  • La cuestión es: este no es un episodio aislado; es un patrón. Y el patrón tiene consecuencias: movilidad reducida, opciones laborales más escasas, menor atractivo urbano.

La estación como símbolo de territorio

No se trata solo de trenes y raíles. La estación de Binéfar es símbolo de una promesa de conexión que hoy está en suspenso. Cuando el tren se degrada, la percepción de aislamiento se agrava. Y cuando la infraestructura existente se abandona, se envía un mensaje: “este territorio no merece prioridad”.

Pero también puede ser símbolo de cambio. Si la comunidad local, el municipio de Binéfar, La Litera, Cinca Medio, Monegros y las administraciones se alían, pueden revertir la historia. No es una utopía. 

Una reflexión final 

Podemos ver la estación de Binéfar como un caso más de infraservicio en el medio rural, o podemos verlo como una oportunidad. En un mundo donde la movilidad, la sostenibilidad y la conexión territorial serán cada vez más importantes, dejar que un nodo ferroviario languidezca es apostar por el retroceso.

La situación es mala, es injusta y es absurda. Pero no está escrita en piedra. Desde Binéfar se puede (y se debe) reclamar un servicio digno, que no sólo mire al pasado, sino al futuro. Y para eso hace falta músculo político-social, exigencia ciudadana y dignidad colectiva.

Entrada dedicada a todos los que emplean el tren en su día a día y a los que luchan por que este servicio siga siendo digno en los pueblos.

Compartir es vivir, también en redes sociales. 

Fuentes: 

 



domingo, 26 de octubre de 2025

Fanzines en Binéfar: cuando la cultura se imprimía a golpe de fotocopia

Hubo un tiempo —no tan lejano— en que, si querías contar algo, no abrías un blog ni grababas un vídeo en TikTok o Instagram. Cogias un puñado de folios, buscabas una fotocopiadora de confianza (o que al menos no se atascara cada dos páginas), y te fabricabas tu propio medio de comunicación. Lo llamában “fanzine”.

Los fanzines fueron la herramienta predigital para que las ideas minoritarias, los gustos alternativos y las voces más inquietas se colaran por las rendijas de la cultura oficial. Revistas autoeditadas, con presupuestos de supervivencia y rebeldía de sobra. Música, cómic, política local, literatura marginal, la contra-cultura punk… papel y grapas como arma de expresión masiva.

España vivía los ochenta: explosión cultural en Madrid, punk en Euskal Herria, efervescencia en Barcelona… pero también en los pueblos donde parecía que nunca pasaba nada. Spoiler: sí pasaban cosas

Porque también aquí, en Binéfar, hubo quien dijo: «Si nadie cuenta lo que nos interesa… ¡ya lo contaremos nosotros!».

El lado Salvaje - Fancine Binéfar 

Y así nacieron tres fanzines locales que hoy son pequeñas joyas para entender la creatividad, la crítica y la inquietud de varias generaciones de binefarense:

La Escoba (finales de los 70 — principios 80)
La Otra Voz
El Lado Salvaje (1984…)

Cada uno muy distinto, pero unidos por la misma pulsión: hacer ruido desde los márgenes.

La Escoba: barrer lo establecido

Antes que "los modernos" llegaran con sus cintas de The Cure, en Binéfar ya había bullido un movimiento vecinal y político muy potente. Ahí aparece La Escoba: publicación vinculada a la Candidatura Independiente de Binéfar, surgida tras la dictadura, con una clara vocación de información ciudadana y crítica social.

Más que un fanzine cultural, fue un fanzine de combate:

  • denuncias políticas y municipales,
  • propuestas vecinales…
  • participación ciudadana,
  • análisis local

Era menos punk y más democrático, aunque igual de incisivo. Una escoba para levantar alfombras en tiempos en que hacía falta airear muchas cosas.

Podríamos decir que abrió camino: demostró que una publicación hecha desde la calle podía impactar en la vida real de un pueblo.

La Otra Voz: cuando la juventud habló en estéreo

Después de La Escoba, aparece La Otra Voz: una publicación que recogió el espíritu juvenil de principios de los 80. Su propio nombre ya es una declaración de intenciones: Si existe "una Voz" oficial… aquí va “la otra”.

Más experimental en contenido, más diversa en intereses:

  • música que no salía en los 40 Principales,
  • humor, ilustración y pequeñas dosis de irreverencia.
  • primeros grupos de pop y rock locales,
  • cultura alternativa....

Era un espacio para la creatividad de jóvenes que querían decir cosas y no tenían dónde hacerlo. La maqueta era totalmente DIY: máquinas de escribir, rotuladores, tijeras, pegamento, y a correr a la imprenta local.

La Otra Voz ya olía a contracultura y anticipaba lo que vendría a continuación…

La Otra Voz de Binéfar 

El Lado Salvaje: Binéfar se pone en modo underground

1984: Cuatro jóvenes deciden que la música, los cómics y la literatura "marginal" también tenían seguidores aquí, no solo en Madrid o Londres. Y nacen las 22 páginas de: «El Lado Salvaje» (sí, homenaje explícito a Lou Reed)

Sus creadores:

  • M. A. Abadías,
  • Liz García
  •  J. F. Lapuente,
  • Manuel Pueyo,
  • quizás alguien más que no hemos sabido reconocer...

Algunos datos:

  • Primer tiraje: 300 ejemplares
  • Precio: 110 pesetas
  • Canales de distribución: pubs de Binéfar y alrededores
  • Recepción: más de 200 copias vendidas en 15 días

Aquello fue un bombazo.

Su declaración de intenciones, recogida en su segundo número, lo deja claro: querían romper el silencio cultural del territorio:

“Nacimos con la intención de cubrir un hueco informativo en esta zona nuestra, donde la música pop y la cultura no oficial tienen un insospechado número de adeptos…”

El lado Salvaje - Fancine Binéfar 

En 1984, en plena resaca de la Transición y con la Movida madrileña extendiéndose por toda España, surge El Lado Salvaje, un fanzine que respira inconformismo, pasión y una necesidad casi vital de sacudir la modorra cultural de la época. Desde su primer número, el tono es claro: el rock no puede ser un museo, debe ser una materia viva, en constante mutación. Los redactores lo proclaman sin rodeos: “Pasearse por el lado salvaje es arriesgado pero excitante”, y en esas palabras se resume toda una filosofía.

El fanzine se abre con un manifiesto que mezcla entusiasmo juvenil y conciencia crítica. Herederos del espíritu punk del 77, los autores invocan a los Velvet Underground, los Stooges y los Doors como sus santos patronos. Pero su mirada está puesta en el presente: en los grupos que, desde Londres, Berlín o Madrid, están reescribiendo las reglas del juego. En una España que empezaba a salir del gris, El Lado Salvaje es una sacudida eléctrica contra la complacencia.

Sus páginas vibran con la urgencia de un tiempo que quería romper con todo. Hay críticas musicales apasionadas —de Parálisis Permanente, The Clash, Alan Vega o New Order— que van más allá de la reseña: son declaraciones de principios, pequeños manifiestos de resistencia cultural. Se denuncia la domesticación del rock por parte de las multinacionales y se exalta la independencia creativa, la búsqueda del riesgo y la autenticidad.

En medio del discurso político y social de la crisis —“las compañías de seguros venden miedo”, escriben con ironía—, el fanzine propone la música como un refugio y un arma. La libertad de creación se convierte en bandera, y el “hazlo tú mismo” en método y actitud. Cada texto transpira la rabia y la ilusión de quienes se saben parte de algo más grande: un movimiento subterráneo que está construyendo una nueva cultura.

El Lado Salvaje Binéfar 

El Lado Salvaje no es solo una publicación musical: es un testimonio de época, una crónica escrita con urgencia y con las manos manchadas de tinta. Su voz, a medio camino entre la lucidez y el delirio, nos recuerda que el rock —como la vida— solo tiene sentido cuando se vive al límite, sin miedo a ensuciarse. En sus páginas, la juventud de los ochenta se mira al espejo y se descubre salvaje, libre y ferozmente viva.

 El lado Salvaje - Fancine Binéfar

El número 2 de El Lado Salvaje (1984) es una auténtica cápsula del tiempo del underground aragonés. Desde su primera página respira la ilusión y la energía de un grupo de jóvenes de Binéfar que, sin esperar el beneplácito de nadie, decidieron conectar el Altoaragón con la escena musical y cultural más inquieta de la España post-movida.

La redacción —Abadías, Lapuente y Pueyo— abre el número con una editorial lúcida y casi programática: reconocen las dificultades de sacar adelante el proyecto, las críticas recibidas y la voluntad de “ensuciar la inmaculada blancura de los folios con la tinta de las máquinas de escribir”. Ahí está su espíritu: honestidad artesanal, cero pretensiones comerciales y una fe absoluta en la cultura como impulso vital.

El contenido combina artículos extensos sobre la Onda Siniestra española (Gabinete Caligari, Parálisis Permanente, Décima Víctima, Los Monaguillos…), análisis de grupos internacionales como Talking Heads o Iggy Pop, reseñas literarias y cinematográficas —de Feliz Navidad, Mr. Lawrence a Derrama whisky sobre tu amigo muerto— y un tono crítico que bascula entre la erudición autodidacta y la pasión sin filtros.

Su maquetación, mezcla de tipografía de máquina y collage manual, tiene el encanto imperfecto del hazlo tú mismo. La escritura es densa, cargada de referencias y entusiasmo, más cercana a un manifiesto cultural que a una revista musical al uso. Se nota la huella de una generación que había leído a Star, escuchado a Radio Futura y soñaba con escapar del gris de provincias a golpe de vinilo.

El Lado Salvaje no fue solo un fanzine: fue una declaración de existencia. Demostró que, incluso desde un pueblo, podía hacerse periodismo cultural con criterio, pasión y mala leche. Cuarenta años después, sigue siendo un documento imprescindible para entender cómo la contracultura también echó raíces en Binéfar.

 

Compartir es vivir, también en redes sociales.

Fuentes: 

- La Otra Voz: Cellit

 

 

domingo, 19 de octubre de 2025

«Símbolo» — Mario Molins y el homenaje de Binéfar a Joaquín Costa

Binéfar · Parque Benito Coll / Calle Mariano de Pano · Inaugurada el 8 de febrero de 2015

En Binéfar hay esculturas que cuentan historias; otras, como “Símbolo”, las canalizan.
La obra del artista binefarense
Mario Molins Roger se eleva en el parque Benito Coll, junto a la calle Mariano de Pano, como una acequia vertical que transforma el agua en metáfora de memoria, cultura y progreso. Concebida como homenaje a Joaquín Costa, la escultura resume en sus materiales y en su gesto lo que el regeneracionista altoaragonés defendió durante toda su vida: el poder del agua, la educación y el trabajo para transformar la tierra.

Símbolo Molins

 

Un monumento que nació del pueblo

La iniciativa de erigir un monumento a Joaquín Costa no fue institucional, sino popular.
La
Cooperativa del Campo Joaquín Costa y La Litera promovió la idea en su Asamblea del 28 de abril de 2011, y tras años de gestiones, el 18 de junio de 2014 firmó un convenio con el Ayuntamiento de Binéfar. A partir de ahí, la comunidad se volcó: la financiación se logró mediante aportaciones voluntarias de ciudadanos, sumadas a la subvención municipal que cubrió materiales e instalación.

El proyecto se encargó al escultor local Mario Molins, con un presupuesto total de 8.215,51 € IVA incluido, y fue asumido conjuntamente por la Cooperativa y el Ayuntamiento. Desde entonces, la obra pertenece al Inventario General de Bienes y Derechos del Ayuntamiento de Binéfar, formando parte del patrimonio cultural de nuestra localidad.

Símbolo Molins
Acto inauguración Símbolo

 

El autor y su visión: piedra, acero y tiempo

Mario Molins, nacido en Binéfar en 1983, combina arte y docencia, naturaleza y materia.
En su página oficial describe
Símbolo como un “vínculo con el tiempo, la memoria y el territorio”, donde la piedra no es solo un bloque extraído de una cantera, sino una parte viva de la tierra que la vio nacer. La pieza metálica, explica, “es una acequia vertical que canaliza la tierra, la memoria e incluso el tiempo representado por la piedra”.

Las tres palabras caladas en el acero —Evolución, Cultura, Progreso— son el núcleo conceptual de la obra. Según el propio artista, representan tres formas de crecimiento que Costa promovió:

  • Evolución, como crecimiento físico y técnico;

  • Cultura, como crecimiento intelectual;

  • Progreso, como desarrollo económico y social.

En conjunto, la escultura articula una lectura poética del legado costiano: la tierra se eleva y el agua se hace idea, recordando que el verdadero progreso surge de la educación, la innovación y el esfuerzo colectivo.

Mario nos manda este mensaje al Blog de Binéfar:

Mario Molins
El concepto del bloque de piedra que se eleva y que metafóricamente alza a la piedra y eleva la tierra. La piedra de Calatorao, tiene esa corteza terrestre y que de alguna manera recuerda esa tierra virgen sin labrar. La caja de la pieza de metal que la que la que abraza y no solo abraza la piedra, abraza al territorio,al territorio aragonés por eso, la piedra escogí la de Calatorao. La tajadera vertical que tiene esas tres palabras grabadas, abraza la piedra y la y la eleva no como si la canalizara y los tres conceptos tan claros: cultura; el hecho de que Joaquín Costa le diera tanta importancia ya no solo al comer, sino a la cultura al enriquecerse intelectualmente. El progreso y obviamente evolución. Evolución humana, no pero además la palabra evolución con sentido, no solo económicamente. No. Por eso está acompañada de cultura y de progreso y también marcando un poco la la vía ideológica del del propio Joaquín Costa.

Descripción técnica

Título: Símbolo
Autor: Mario Molins Roger
Año: 2014 (inaugurada en febrero de 2015)
Ubicación: Parque Benito Coll (Unidad de Ejecución 15, Binéfar)
Materiales: Piedra de Calatorao y acero Cor-Ten
Dimensiones: 350 × 100 × 100 cm
Peso aproximado: 8 toneladas

La obra se compone de dos cuerpos: un bloque de piedra extraído directamente de la tierra —conservando parte de su textura natural— y una estructura de acero que lo abraza, generando un equilibrio entre masa y verticalidad. Esa “acequia” metálica, oxidada y cálida, actúa como un canal simbólico que eleva la tierra y la memoria hacia el cielo.

Símbolo de Mario Molins en Binéfar

Símbolo de Mario Molins en Binéfar



 

Una inauguración con eco colectivo

El 8 de febrero de 2015, día en que se cumplían 104 años de la muerte de Joaquín Costa, Binéfar vivió un acto de homenaje cargado de emoción y simbolismo.

El alcalde Agustín Aquilué, acompañado por el vicepresidente de la Cooperativa, Juan José Mallén, y el presidente del Canal de Aragón y Cataluña, José Luis Pérez, descubrió el monumento ante vecinos, escolares, asociaciones y artistas locales.

Por fin se hace justicia en Binéfar a uno de los grandes impulsores de la riqueza de esta zona”, declaró el alcalde durante su discurso.

También recordó que “el agua fue vehículo de democracia, de igualdad y de oportunidades”, destacando cómo la política hidráulica impulsada por Costa transformó la agricultura y la industria agroalimentaria de La Litera.

El acto incluyó lecturas de textos por parte de escolares del CEIP Víctor Mendoza y del Colegio Virgen del Romeral, una ofrenda floral con productos de la tierra y una representación final a cargo de Los Titiriteros de Binéfar, dirigida por Paco Paricio, que escenificó la vida y obra del homenajeado.

Símbolo de Mario Molins en Binéfar 

Simbolismo: agua, cultura y progreso

La escultura funciona como una alegoría del agua canalizada, el motor del desarrollo aragonés y el alma del pensamiento de Costa.

Molins resume el sentido de su obra con un poema breve —recogido en la ficha municipal— que parece condensar todo su mensaje:

Un abrazo a la tierra petrificada
piedra, metáfora de tiempo
tiempo canalizado como el agua
agua que hace evolucionar
agua y cultura
agua para el progreso
el progreso de la tierra

Pocas veces un poema y una escultura se funden tan bien. Símbolo convierte el agua —esa corriente horizontal— en una fuerza que asciende y eleva. Es un monumento al trabajo humano, al conocimiento y al respeto por la naturaleza; un recordatorio de que, en Binéfar, el progreso siempre ha nacido de la unión entre tierra y gente.

Patrimonio vivo

Hoy, Símbolo se integra con naturalidad en el paisaje urbano del parque Benito Coll.
Sus líneas firmes y su diálogo con la luz del sol —que cambia el color del acero a lo largo del día— hacen que cada observador encuentre una lectura diferente. No es una obra monumental en el sentido clásico, sino
una presencia serena que invita a detenerse, mirar y recordar.

El monumento a Joaquín Costa es una pieza de memoria viva: un gesto de agradecimiento a un hombre que entendió que la verdadera riqueza de la tierra no está solo en su agua, sino en su gente. Y también, un testimonio de que en Binéfar el arte sigue siendo un cauce donde fluyen la historia, la identidad y la creatividad.

Símbolo de Mario Molins en Binéfar

 

Fuentes

  • Inventario Municipal de Bienes y Derechos del Ayuntamiento de Binéfar (2014).




domingo, 12 de octubre de 2025

El Alfiler, una escultura de "Pepe Beltrán" para fijar el conocimiento

Hay esculturas que gritan, otras que susurran. El Alfiler de Pepe Beltrán pertenece a la segunda familia: un gesto sencillo —un alfiler gigantesco plantado en la plaza— que, con su silencio metálico, enlaza historias personales, oficio cotidiano y ciudad. Está en la plaza Hipólito Bitrián, junto al IES Sierra de San Quílez de Binéfar, y desde 1990 se ha vuelto una referencia discreta pero entrañable del paisaje urbano. 


Alfiler de Pepe Beltrán

❤️ Binéfar – 12 años contando historias

Gracias por seguirnos 

12 años de blog de Binéfar
Fotografía panorámica de Binéfar de Raúl Castellá

 

 

domingo, 5 de octubre de 2025

Insumisión en Binéfar: 1996

Abrir la hemeroteca y encontrarse con la edición del 9 de marzo de 1996 del Diario del Altoaragón es volver a una conversación que todavía no se ha apagado del todo. En la página 11 de aquel número —accesible desde la hemeroteca digital del periódico— se hablaba de insumisión, de juicios, de objeción de conciencia y de una forma de militancia cívica que atravesó también nuestros pueblos de La Litera y el Bajo Cinca. Aquella crónica reflejaba un clima social muy concreto: una España que discutía la “mili”, que contaba objetores y que encajaba —no sin tensiones— la desobediencia civil.

¿Qué contaba aquella noticia?

La noticia de 1996 encajaba con el pulso del momento: objetores que no aceptaban ni el cuartel ni la Prestación Social Sustitutoria (PSS), un instrumento legal creado en 1984 para quienes invocaban la conciencia, pero más largo que el propio servicio militar, y visto por los insumisos como una penalización encubierta. La Ley 48/1984 reguló la objeción y la PSS; negarse a la mili se juzgó primero en la jurisdicción militar, y rehusar la PSS implicaba procesos en la ordinaria, con penas de prisión que, en los 90, se convirtieron en uno de los costes políticos más visibles del tema. 


domingo, 28 de septiembre de 2025

Benito Coll y Altabás: vida, obra y huella en la Litera y la Sierra de San Quílez

 Benito Coll y Altabas. Binefar

Benito Coll y Altabás (Binéfar, 1858-1930): abogado, filólogo, defensor del Canal de Aragón y Cataluña, y benefactor de la Sierra de San Quílez. Su legado sigue vivo en archivos, libros y en la memoria de Binéfar.

No fue un personaje de museo: fue un binefarense activo, con toga de abogado, verbo público y un empeño casi obsesivo por documentar y defender lo que ya entonces se llamaba la “realidad trilingüe” del Alto Aragón. Recogió voces, refranes y mapas lingüísticos mientras peleaba por el agua que transformara la comarca.  

Benito Coll y Altabás (Binéfar, 1858-1930)
Benito Coll y Altabás (Binéfar, 1858-1930)
 

Biografía y formación

Hijo de Benito Coll Corzán y Concepción Altabás, nació en Binéfar en 1858. Estudió Derecho en la Universidad de Zaragoza, licenciándose en 1879. Fue abogado en Barbastro y Binéfar, y varias veces alcalde de su villa, además de juez municipal en el bienio 1897-1899. Según Ernesto Romeu Bailac, encarnó una mezcla de liberalismo moderado y humanismo militante, siendo recordado tanto por su compromiso social como por su pasión cultural.

domingo, 21 de septiembre de 2025

Binéfar visto por las enciclopedias: de Espasa a Wikipedia

Cuando uno busca información sobre Binéfar hoy en día, lo normal es abrir el navegador y acudir a la Wikipedia, a la página del Ayuntamiento de Binéfar o a otras páginas similares.Pero, ¿qué decían las grandes enciclopedias de hace un siglo sobre nuestro pueblo? Para sorpresa de muchos, la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana de Espasa-Calpe (la monumental obra que empezó a publicarse en 1908) dedicó un pequeño pero jugoso apartado a Binéfar.

“Binéfar. Geog. Mun. de 381 edif., con 1,545 habits., formado por la villa de este nombre, de 272 edif., y 1,466 habits., y 109 edif. diseminados en el término, con 79 habits. Corresponde a la prov. de Huesca, dióc. de Lérida, p.j. de Tamarite. Está sit. en una llanura, entre Tamarite y Monzón. Produce cereales, aceite y vino. Fábricas de pastas para sopa. Est. de f.c. en la línea de Zaragoza-Lérida-Barcelona. La iglesia es antiquísima, de piedra, y su planta tiene 50 m. por 25 con tres naves.”
Binéfar en enciclopedia Espasa
Binéfar en enciclopedia Espasa

domingo, 14 de septiembre de 2025

El Santo Cristo de los Milagros de Binéfar: historia, devoción y celebración

Cada 14 de septiembre, Binéfar vive con emoción y júbilo el día día mayor de nuestras Fiestas en honor al Santo Cristo de los Milagros. Es momento de volver la mirada al pasado, de recordar y celebrar lo que nos une como comunidad. Este relato no es solo historia: es historia viva, que late en cada ofrenda de flores cada 14 de septiembre.

Santo Cristo Binéfar
Santo Cristo de Binéfar. Fuente: https://www.parroquiabinefar.org 

 

sábado, 13 de septiembre de 2025

Los Chamizos: de donde brotan las peñas y late el corazón de nuestras fiestas

Hablar de Los Chamizos es hablar del origen vivo y auténtico de las celebraciones de Binéfar. Antes de que hubiera peñas —Tozal, Latacín, La Kraba, Binéfar 77, Cetril, Rosigón, Gayata, Chaplin, Abadejo, Cascabel, Barones…— estaban esos pequeños refugios improvisados: corrales, almacenes, bajos de las casas convertidos en chamizos desperdigados por el pueblo. Locales efímeros, cargados de risas, clandestinidad juvenil… y chispa.

 

Hoy, esa chispa se ha encendido todavía más: los Interchamizos han reunido lo mejor de todos aquellos chamizos de siempre para organizar una verbena única, rondas, premios Baininos, música, amistad entre peñas y juventud desenfrenada —incluso una carroza común—, adorando el espíritu festivo de Binéfar con una energía renovada.



 Camino San Trago 2025

lunes, 8 de septiembre de 2025

La estación de riegos de Binéfar, de Silvia Isábal

El pasado 25 de julio de 2025 se presentó en el Salón de Actos del Ayuntamiento de Binéfar el libro «La estación de riegos de Binéfar», de Silvia Isábal Mallén. El libro fue presentado por Enrique Playán, miembro del grupo RAMA en la EEAD-CSIC. El acto, que contó con una nutrida asistencia, fue organizado por el Ayuntamiento de Binéfar, el Instituto de Estudios Altoaragoneses de la Diputación de Huesca, y el Centro de Estudios Literanos (CELLIT).

El programa del acto incluye la portada del libro y una foto de la fachada de la estación de riegos.

El libro recoge la historia de la Estación de Riegos de Binéfar, una institución pionera en la demostración, la experimentación y la investigación sobre riegos, única en la Provincia de Huesca. La Estación se creó en 1906, el mismo año en que Alfonso XIII inauguró el Canal de Aragón y Cataluña. La iniciativa de los binefarenses fue fundamental para la creación de este centro, que sirvió para poner en valor las importantes inversiones públicas para la construcción del Canal.

La Autora, Silvia Isábal, y Enrique Playán, durante el acto.

domingo, 7 de septiembre de 2025

La Kraba: los primeros pasos de una gran peña

La historia de la Kraba en sus primeros años nos muestra la esencia de lo que significa ser peñista: ilusión, amistad y un espíritu festivo que convirtió a un grupo de chavales en una referencia imborrable de las fiestas de Binéfar. Sus camisetas azul turquesa, sus bombos incansables y aquel corral transformado en local social son solo el principio de un relato que aún hoy sigue latiendo en cada fiesta.

 

 

domingo, 31 de agosto de 2025

Peña Latacín: de Toli-Toli a referente de las Fiestas de Binéfar


La Peña Latacín forma parte del corazón festivo de Binéfar desde 1976. Nacida inicialmente con el nombre de Toli-Toli, pronto adoptó la identidad que la acompañaría hasta hoy: camiseta blanca, fajín verde y mucho espíritu peñista. Con una trayectoria llena de anécdotas, tradiciones taurinas y carrozas premiadas, el Latacín se ha consolidado como una de las grandes referencias de las Fiestas Mayores.

Orígenes de la Peña Latacín (1976) y primer nombre: Toli-Toli

El Latacín es una de las siete peñas primitivas que nacen en el año 1.976, aunque inicialmente adopta el nombre de TOLI-TOLI, que por entonces era una expresión empleada en esta zona para querer decir: jaleo, algarabía ó jarana. Este nombre, sólo se utiliza en las primeras fiestas e incluso en algunos documentos se alterna con el de Latacín.

Durante el tiempo que el nombre es Toli-Toli, el anagrama es un policía que sujeta a uno que intenta escaparse.

Peña Latacin de Binéfar
Peña Latacin de Binéfar  

domingo, 24 de agosto de 2025

Peña El Tozal de Binéfar: de chamizo a legado festivo

1976: el origen en La Granja

La historia de la Peña El Tozal comienza en 1976. La semilla se planta en el Chamizo de los Zorris, un grupo de nueve amigos inseparables: Antonio Morillo “Rochet”, Antonio Quintilla, Miguel Benac, Manuel Lana, José Mª Lobera, José Manuel Moliner, Joaquín Mansilla, Jesús Campo y Manuel Murillo “Frasquito”.

Las largas charlas nocturnas en la terraza del Bar La Granja (Avda. de Aragón con Calle Huesca) se convirtieron en el laboratorio de ideas. Allí, en contacto con otros grupos como el chamizo de Los Butacones, encabezado por Ramón Jove, surge la inquietud: ¿y si en vez de un chamizo hacemos una peña oficial?

Con edades en torno a los 21–22 años (todos recién venidos de la mili), deciden dar el paso. Encuentran un almacén en la esquina de la Calle Antonio Sistac con la Avda. de Aragón (antigua tienda de Uralita de Gibanel) y lo transforman en sede festiva: pacas vestidas con telas, barra improvisada, un reservado “para otras cuestiones” y mucho ingenio.

Por su ubicación en lo alto del pueblo, adoptan el nombre de El Tozal. Diseñan un escudo en el que un sol radiante guiña el ojo derecho entre dos tozales y eligen el marrón como color de camiseta.

 

domingo, 17 de agosto de 2025

Binéfar 77: Tradición en las Fiestas de Binéfar

En el verano de 1977, mientras los más madrugadores llenaban las calles con estruendo y fiesta ininterrumpida, un grupo de matrimonios jóvenes y de mediana edad decidió vivir de otra forma las fiestas patronales: mudados de fiesta, en horario de tarde y noche, con música para bailar, lugares para relajarse, y un ambiente cuidado. Así nació Binéfar 77, llamada en aquel entonces como la “peña de los casaus”.

 

domingo, 10 de agosto de 2025

Peña El Rosigón: la rana que bailaba toda la noche

Corría el año 1976 y en Binéfar la palabra “peña” no se había institucionalizado aún como hoy la conocemos. En ese contexto, nació El ROSIGÓN, una peña que no solo fue pionera, sino también rompedora y muy suya. Tanto, que fue la única que funcionó fuera de APEBIN, la asociación que agrupó al resto de peñas binefarenses tras sus primeras fiestas.

Peña Rosigon de Binéfar 

domingo, 3 de agosto de 2025

Peña El Cetril – El botijo de Binéfar

 Origen e identidad (1977)

La Peña El Cetril nació en mayo de 1977, apenas un año después de las primeras peñas formadas en 1976: La Gayata, La Kraba, El Tozal, Latacín, Binéfar 77 y CascabelSu nombre hace referencia a un 𝗯𝗼𝘁𝗶𝗷𝗼 — en aragonés “cetril” significa precisamente eso — y su anagrama lo representaba claramente: un botijo dibujado.

Peña Cetril de Binéfar

 Peñistas del Cetril en las vaquillas

Detalle trasera camiseta peña Cetril Binéfar
Detalle de la segunda camiseta de 1978.

A diferencia de otras que surgieron de chamizos tradicionales, El Cetril no deriva de ninguno de ellos. Nace directamente del Club Montaski, ligado a la Organización de la Juventud Española (O.J.E.), con perfiles jóvenes que venían de actividades de montaña y de raíz religiosa, por ello nunca llegó a integrarse en la estructura “clásica” de peñistas de Binéfar.

domingo, 27 de julio de 2025

Peña Barones - Peñas de Binéfar

Contexto y origen (1991)

En 1991, cuando parecía que Binéfar solo tenía hueco para las tres grandes peñas –Tozal, Latacín y Kraba–, aparece Los Barones, la última en nacer... y la primera en desvanecerse.

Un grupo de catorce colegas del Chamizo “Los Barones”, situado en la calle Primero de Mayo (junto a la clínica), decide dar el salto de local informal a peña formal. Aquellos fundadores tenían apodos de lo más pintoresco:

  • Carlos Boren “Charly”

  • Javier Palacio “Larry”

  • Alberto Allepuz

  • Alfredo Aguarón “Gamba”

  • Víctor Villalba “Fontanero”

  • José Ma Cosials

  • Modesto Torres

  • Salvador Sancho

  • José Ma Córdoba “Goyo”

  • Ángel y Javier Senach

  • Ángel Rodríguez

  • Luis José Solana

  • Jesús Luna

Charly Boren, tras las fiestas de 1990, lanza la idea: “¿Por qué no formamos una peña llamada Los Barones?”. A varios les gusta la idea y se ponen manos a la obra.

De chamizo a peña: pasos iniciales

La idea es clara: replicar actividades de peñas emergentes (como La Kraba), pero dejando su propia huella. Primero, hacen un sondeo durante la fiesta anual del chamizo, consiguiendo 100 firmas de apoyo: un golpe de realidad: la peña tenía futuro si lograba convencer a más gente.
Se acercan a otras juntas peñistas pidiendo consejo. En julio de 1991, abren preinscripciones y se lanzan a una campaña boca‑oreja (“bis a bis”) en pubs y cafés. Así empiezan a captar adeptos.

Logotipo peñas Barones de Binéfar 

domingo, 20 de julio de 2025

Peña Chaplin de Binéfar (1984)

La Peña Chaplin (1984) fue una peña que aunó juventud con camiseta blanca y silueta de Charlot.

Nuestra serie sobre las peñas tradicionales de Binéfar continúa con una de las más efímeras y curiosas: la Peña Chaplin, que solo llegó a existir durante las fiestas de 1984, pero dejó su impronta entre los jóvenes del momento.

Un proyecto joven e inclusivo

La idea nace desde APEBIN, que desde 1983 ya contemplaba la creación de una sección infantil o juvenil destinada a gente muy joven que no se integraba en ninguna de las peñas existentes. Ese año constan en las actas de la agrupación los primeros movimientos para articular una nueva iniciativa festiva.

A través de Carlos Gavin, se contacta con Laura Noguero, quien junto a un grupo de amistades coordina en 1984 la formación de la peña. El modelo elegido era un chamizo grande, apto para unas 90‑100 personas de entre 14 y 18 años; una imagen ideal para canalizar la energía juvenil en un formato festivo propio.

Peña Chaplin Binéfar

domingo, 13 de julio de 2025

Peña Cascabel

En 1.976, se inscribe en el registro de la Comisión de Fiestas una peña atípica: Cascabel. Forma parte de las siete primeras junto a La Gayata, La Kraba, El Tozal, Latacín, Binéfar 77 y Cetril.
 

Sus componentes se alejan de la media de edad del resto de peñas, pues todos sobrepasan los treinta años. Además se trata de matrimonios, que se apuntan con el nombre del esposo, añadiendo "y Sra.", por lo que en los registros solamente figura un nombre de los dos miembros de la pareja. El grupo de amigos lo componen setenta y dos personas.


El Cascabel es conocida en ese momento como "Peña de los Casaus", apelativo que posteriormente recibirá la peña A.C.R. Binéfar-77, pero no existe ninguna relación entre las dos asociaciones. 

Peña Cascabel de Binéfar

El nombre lo recogen de una anécdota que se conoce en Binéfar. En Fobet, había un edificio junto al camino, donde la gente mayor indica a los jóvenes que si acercas el oído se oye un cascabel. Cuando para comprobarlo sitúan la cabeza junto al muro, los empujan y se golpean contra la pared.

domingo, 6 de julio de 2025

El Abadejo. Peña de Binéfar

Continuamos la serie Peñas de Binéfar con la segunda entrega esta vez dedicada a la peña "El Abadejo".

Se repiten algunas características comunes de las primeras siete peñas formadas en 1976: La Gayata, La Kraba, El Tozal, Latacín, Binéfar 77, Cetril y Cascabel. Cada una con identidad propia, forjadas a partir de antiguos chamizos. Nace en 1.976, proviene de la fusión de varios chamizos y el nombre es una palabra popular que viene dada de otra de uso mas común. "Abadejo", es la forma coloquial de llamar al bacalao. El anagrama utilizado era una raspa de pescado, dentro de un círculo y la camiseta de color rojo. 

El Abadejo, peña de Binéfar

Cabe recordar que el cocinero binefarense Teodoro Baradjí incluyó en su libro "La cocina de ellas", cuya primera edición data de 1935, la receta del abadejo a la panadera.

domingo, 29 de junio de 2025

La Gayata (1976‑1978). Peña de Binéfar

Las peñas de Binéfar: La Gayata (1976‑1978) 

Cuando en 1976 el Ayuntamiento de Binéfar decidió dar voz y color a la juventud, no sabía que estaba sembrando las semillas de una revolución cultural. Esa primavera surgieron siete peñas: La Gayata, La Kraba, El Tozal, Latacín, Binéfar 77, Cetril, Cascabel. Cada una con identidad propia, forjadas a partir de antiguos chamizos.

Peña La Gayata de Binéfar

Desfile con pancarta "Cantando y bailando, con esta Gayata. Bebiendo y j...ndo y dando la lata"

domingo, 22 de junio de 2025

Casa Barber en Plaza La Litera de Binéfar

La Plaza La Litera, ubicada en pleno casco histórico de Binéfar, se formó como segunda plaza fuera del antiguo recinto amurallado. A lo largo de los siglos ha vivido transformaciones: su nombre incluso cambió tras la Guerra Civil (Plaza de los Mártires) antes de recuperar su topónimo tradicional .

Se alza rodeada de casas solariegas –como las de las familias Ruata, Corzán y, por supuesto, Barber– que fueron protagonistas del esplendor local. Muchas aún conservan escudos nobiliarios y estructuras originales, testigo de una época feudal y altomedieval.

En 2021 el Ayuntamiento adjudicó a la empresa Arnó Infraestructuras el proyecto integral de regeneración urbana ideado por Albert Pascal: se transformó la plaza en un espacio de estancia, con pavimento permeable, zonas arboladas de especies caducas para favorecer la sombra en verano y luz en invierno, bancos, y una pequeña colina central con árbol destacado, alejándola del uso meramente de paso. La reforma costó más de 213.000 €.

Aquí, cada año, se preparaba una alfombra floral para el Corpus Christi, realizada artesanalmente por comulgantes y vecinos, alcanzando unos 140 m² y dedicada en 2025 al Sacramento de la Confirmación. 

La Casa Barber: nobleza y leyenda

En el número 10 de la plaza, la Casa Barber destaca por su talla histórica y arquitectónica. De planta solariega, su linaje se remonta a Jayme Joan Barber (1495) como cabeza de un hogar en Binéfar.

Escudo y hospedaje real

El imponente escudo cuartelado aún se puede ver en la fachada lateral: representa la casa, el yelmo atravesado, un perro y ballesta con perdices ifc.dpz.es. La tradición local asegura que Felipe II pernoctó allí en 1585 durante su paso por Binéfar cuando celebraba Cortes. A comienzos del siglo XX aún exhibía utensilios supuestamente vinculados al monarca.

Las otras casas: Ruata, Coll y el corazón del antiguo Binéfar

Frente a Barber, sobresalen la Casa Ruata (excelentemente conservada, con escudo), y la Casa Coll, de la que oriunda fue el célebre filólogo Benito Coll (1860‑1916), que dio nombre a obras sobre dialectología regional. Son parte del relato visual que entreteje una plaza con vocación cultural e histórica.

Casa Barber La Litera Binéfar


Entradas populares