enero 2022 |Binéfar Movil

En septiembre de 1984, José María Murillo grabó diferentes toques tradicionales con las campanas de la Iglesia Parroquial de San Pedro de Binefar dentro de un trabajo encargado por el Ministerio de Cultura en 1983 y de la Diputación General de Aragón en 1984 en localidades aragonesas y que posteriormente fueron recogidos en la web http://www.campaners.com/php/poblacio.php?numer=207 , página oficial de los campaneros de Valencia.

Podemos acceder a cuatro vídeos. En ellos se menciona que la frabación se vio muy dificultada por el viento fortísimo que soplaba ese día. :

1.- Repique y bandeo simulado: El toque sigue el esquema habitual de los toques festivos aragoneses: repique - bandeo - repique, aunque en este caso el bandeo es simulado. Se utilizan unos ritmos y una técnica de gran interés.

2.- Pocesión: Toque de procesión, con diversos ritmos que van marcando el recorrido.

3.- Muertos: Toque de difuntos adultos. Como es habitual el toque tiene diversas aceleraciones, que no quitan la carga triste que tenía para los habitantes de Binéfar.

4.- Sala de campanas y el paisaje desde la torre: Interior de la sala de campanas.

Los vídeos se pueden descargar o visualizar en alta calidad desde la página de Campaners.

Pincha en los enlaces a los vídeos

Persona	Campanario	Vídeo	Fecha	Duración
MURILLO, JOSÉ MARÍA	Parroquia de San Pedro Apóstol	Repique y bandeo simulado	(18-09-1984)	02:56
MURILLO, JOSÉ MARÍA	Parroquia de San Pedro Apóstol	Procesión	(18-09-1984)	01:03
MURILLO, JOSÉ MARÍA	Parroquia de San Pedro Apóstol	Muertos	(18-09-1984)	02:46
	Parroquia de San Pedro Apóstol	Sala de campanas y paisajes	(18-09-1984)	01:07

De su web, http://campaners.com/php/aragon_videosg.php :

El trabajo "Toques de campanas de Aragón" corresponde a un encargo del Ministerio de Cultura en 1983 y de la Diputación General de Aragón en 1984, para la recogida en vídeo de los toques de campanas tradicionales de 50 localidades aragonesas.

Para ello se visitaron más de doscientas poblaciones, de todas las comarcas, tratando de entrevistar a tres campaneros por comarca. Sin embargo, la desaparición de los toques manuales de campanas, junto con la pérdida de interés hacia este medio de comunicación tradicional, justifican no sólo las grandes diferencias entre unos y otros campaneros, sino y sobre todo, la escasa presencia de éstos.

También hubo una participación en una misión de la UNESCO, dirigida por Xavier BELLENGER, destinada a recoger en una de las primeras grabaciones digitales del momento, los toques de campanas tradicionales de siete localidades de Aragón y la Comunitat Valenciana.

Igualmente aprovechamos la oportunidad que nos dio el Ayuntamiento de Zaragoza la organizar durante cuatro años conciertos de campanas en las fiestas del Pilar para grabar los toques de cuatro campaneros tradicionales, en una torre diferente, comprobando y controlando así sus toques propios.

Ahora, casi treinta años más tarde, la práctica totalidad de estos campaneros tradicionales ha fallecido, y han sido remplazados por el silencio y, en el mejor de los casos, por máquinas que no reproducen esos toques tradicionales que quedaron documentados con nuestro trabajo.

La grabación de la imagen se realizó con un pesado equipo de vídeo Betamax, que en aquel momento era el primer sistema existente en el mercado mientras que el sonido se grabó en cassete estéreo Dolby. Para disminuir el impacto de la cámara en la sala de campanas, hicimos un reparto metodológico de papeles: Francesc LLOP i BAYO entrevistaba y coordinaba la grabación, mientras que Mari Carmen ÁLVARO MUÑOZ su esposa se encargaba de la cámara y la filmación, consiguiendo de este modo un menor interés por el vídeo (que en aquel momento era prácticamente desconocido e inexistente en ámbitos domésticos y familiares). Estas grabaciones, de indudable interés histórico, formaron la base de nuestra tesis doctoral en Antropología Social, denominada "Los toques de campanas en Aragón: un medio de comunicación tradicional", que fue defendida en la Universidad Complutense de Madrid en 1988, obteniendo la mejor valoración del tribunal.

Con la publicación de estos toques, tanto por este medio como por Internet, queremos devolver a los hijos de los hijos de los campaneros aquello que sus abuelos nos enseñaron. Gracias de nuevo a ellos, por compartir lo que aprendieron, a su vez, de los padres de sus padres, y que quisieron interpretar, para nosotros, en muchos casos, por última vez.

Dr. Francesc LLOP i BAYO, antropólogo (12-02-2012)

Fuente: Web Campaners facilitada por Silvia Isabal

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Actualización: 04/02/2022

María Dolores Murillo nos hace estas apreciaciones.

" Ciertamente, fue el último campanero de Binéfar. Era el tercero de su generación, tanto su abuelo como su padre ya habían sido campaneros, y no solo eso, sino que también eran músicos. Para él tocar las campanas era como tocar un instrumento musical, las hacía sonar como si fuera una melodía y eso le hizo muy feliz. Es una profesión que como muchas, van quedando en el recuerdo. Gracias de nuevo a Juan Carlos García y a Silvia Isábal y también a Francesc LLop que fue una persona muy entrañable. Un abrazo. María Dolores Murillo."

Esther Isabal hace esta apreciación en facebook

Mi madre cuenta que había un toque especial que se llamaba "tocar a mortijuelo" y que era para cuando morían niños, acabo de buscarlo y sí que existía también ese tipo de toque en otros pueblos de España. Esto nos hace pensar que morían muchos niños en aquella época!!

Hablamos esa misma semana con Ernesto Romeu quien confirmó la información de Esther Isabal.

San Quílez celebra su hoguera el día 6 de enero, día de Reyes, por la tarde. Actualmente, desde la Plaza San Quilez, sale en procesión hasta la Iglesia de San Pedro donde se oficia una misa. Al terminar, en la Plaza la Litera, se celebra con la tradicional hoguera. La merienda-cena popular, con reparto viandas como tortetas, longaniza, chorizo, pan y vino, actualmente se organiza por el Ayuntamiento y se relizan juegos y animación para los más pequeños.

Antaño la hoguera estaba encendida durante arios días y servía de punto de encuentro a los vecinos que compartian calor, alimentos y conversación.

Os dejamos hoy su historia recogida en la Voz de Binéfar.