En el año 1974, unos jóvenes Titiriteros de Binéfar, ayudados de Jesús Clemente y Javier Puértolas entre otros, pintaron la fachada de la fábrica textil de la Avenida de Aragón.
Paco lo recuerda así en esta entrevista en el Diario del AltoAragón Miércoles, del 23 de enero de 2002:
En el año 1974, con la ayuda de Jesús
Clemente y la de otros jóvenes radicales
e inquietos organizamos una Fiesta Mayor
Infantil cuyo recuerdo aún ahora me emociona. Pintamos, con los niños subidos en
unos andamios, toda la fachada de la Fábrica Textil (el artista plástico Javier Puértolas también participó en aquel happening),
tapamos una calle entera con papel y aún
quisimos hacer volar una cometa gigante
desde la torre del campanario. Aquella vibrante y desmesurada experiencia nos señaló un camino, que con mayor o menor
ímpetu, ya nunca hemos abandonado.
Entrevista a Paco Paricio en Diario del AltoAragón / Miércoles, 10 de septiembre de 2014
Me siento dichoso de haber tenido una infancia de pueblo, en mis primeros balbuceos llamaba a Aguedeta Bernad “Tata” mientras nos cuidaba para que mi madre María Casado fuera a la tienda y “Tata “ la sigo llamando. Binéfar tenía entonces muchas calles sin asfaltar, espuendas llenas de misterios, eras espaciosas, cañas, jinjoles, litones, y delante mismo de mi casa una placeta con nombre de niño santo.
Mi padre Francisco Paricio iba a la fábrica textil mientras yo formaba la primera banda de armados de cañas cuyo jefe era Joaquín Buira, a quien encuentro ahora con su pareja Begoña Alzuria por tierras de Tarragona. Iba a ver la primera televisión a casa de los hermanos Javier y Manolo Valle y recuerdo haber jugado y potreado mucho con amigos como Fernando Bielsa, José Peyrón, Andrés Alayeto, Manolo Subías, José Luis Rodríguez Ranchal a quien reencontré tras una función, nada menos que en Canadá. Ernesto Ballarín, Manolo Marco, Alfredo y Manolo Sallén y amigas como Tere Maza, Salomé Nolla (que viene a vernos al teatro de Sant Andreu de Barcelona, donde también encuentro a Santiago Casas), Estrella García, Puri Lapuerta, a quien veo a menudo pues siendo concejala de un pueblo de Navarra (Caparroso) gusta de llamar a los titiriteros de su pueblo de infancia. Aprendí música con Pilar Liesa y a tocar algo la guitarra con Antonio Altemir en aquella rondalla de la asociación de cabezas de familia, en la que yo también cantaba y recibía consejos del señor Saura y del señor Pujol. Allí bailaba también María Jesús Lamora. Después conocí a otras chicas como Esther Bonet, Tere Sáez, Montse González (la de los “trigos”) María Jesús Puértolas y Tere Bailac (la de Caserres).
Recuerdo haber hecho teatro en aquel cine Romea dirigidos por Ana María Acín de quien después supimos que su verdadero nombre era Katia, con Juan José Cuenca, José Luis Ubeira, María Jesús Esteba (la de Romea) y sainetes con Tere Villacampa. Otra joven profesora, Rosa María Ayneto, ayudaba en los ensayos. Vinieron ya en la adolescencia amigos de guateque como Alberto Teruel, José Mari Bertrán y Pedro Soteras. Estudié el bachiller superior en aquella academia de don Eduardoy recuerdode esa época a Javier Gallart, Pepe Soler y Ana Gloria Turmo y María Pilar (Katya) Abizanda. Después fui al instituto de Monzón a hacer el COU con Dámaso Carrera, Mari Carmen Badía y María José Lacort.
Cuando Pilar Amorós y yo empezamos a ser novios ya iniciarnos en esto de los títeres que tantos trasiegos y alegrías habría de procurarnos; (pongamos que habló de 1973), disfrutábamos de la amistad de Pili Gibanel y del malogrado Luis Mallén, que falleció de accidente en aquellos traicioneros badenes de la vieja carretera a Monzón. Con Pili y Luis compartíamos muchos divertidos momentos y complicidades y animados debates ideológicos en los que participaba Paco y Ángel Mata, Nieves Meler, Antonio Molés y José Antonio Adell. De aquella época datan también nuestras excursiones calzados con ”chirucas” de Casa Turmo a las altas cumbres pirenaicas a las que nos iniciaron Mosén José y el también ya desaparecido mosén Marcelino, en compañía de Carlos Luzarraga (a quien reencontré hace poco en Bilbao), Miguel Ángel Vilalta, Jesús Conde y Manolo Ibarz (el del Sol) y mi también desaparecido hermano Joaquín Paricio.
Ya en plena juventud recuerdo otros animados contrastes de pareceres, éstos ya con fuerte componente ideológico en el bar La Granja con Miguel Cardil (que ha participado en la creación de varios de nuestros espectáculos), Jesús Clemente y Javier Sáez, mientras nos servía grosella u horchata Antonio Ardanuy. Pili Gibanel, de cuya amistad seguimos disfrutando, me cuenta que va a participar estas fiestas en el paloteado en honor al santo, acto en el que también participa otra amiga más reciente que se llama Ederlinda Toyas, que hace trajes para los titiriteros y es madre de esa jabata que lleva con galanía el nombre de su pueblo y se llama Élian Périz. Pili disponía en aquel entonces de una casita pequeña en la calle la Industria,y con el permiso de su hermano Joaquín Gibanel, que entonces debía estar cortejando a Esther Raluy con quien se casó y han tenido tres hijos. Uno de ellos es el futbolista Mario Gibanel, tal vez el binefarense exiliado que más ha venido a vernos, pues lo recuerdo sonreír desde el público en Murcia, en San Sebastián de los Reyes, en Cantabria con su compañera Berta Saura (que debe ser nieta de aquel amable señor que me explicaba hace más de cuarenta años cómo cantar las jotas) y sus hijos Uma y Aimar disfrutando con los títeres de su pueblo.
Me cuenta mi hermano José Luis Paricio, (que me ha encargado este escrito) que Mario va a estar en el equipo del pueblo. Merece la mejor de la suertes que la técnica y la inteligencia la tiene bien demostrada. No dejo de recordar a José Roca, otro binefarense militante, éste en tierras del Ebro y a Roberto Cardil y Puri Tornos, de Alcalá de Henares. Ahora trabajo con Ana Tere Pedrós y Luis Cutanda y mis dos hijas, Marta y Eva, viven con dos jóvenes mancebos a los que quiero, Sergio Ibarz y Germán García, padre de Aníbal García, mi nieto. Todos estos nombres de “ilustres” binefarenses han dejado huella en mi vida. Hasta casi me parece que mi existencia misma no consiste en otra cosa que este entramado de personas con las que me he cruzado y compartido. Y como creo más en las personas que en cualquier otra cosa, las nombro para que consten, a beneficio de mi inventario vital. A todos ellos y a
vosotros, y a mi suegra Pilarín Muzás, que las “vivirá” desde el balcón ¡Felices Fiestas!
Entrevista a Paco Paricio en Diario del AltoAragón / Miércoles, 10 de septiembre de 2014
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Fuente:
Diario del AltoAragón / Miércoles, 10 de septiembre de 2014: https://store.diariodelaltoaragon.es/cgi-bin/Pandora?xslt=ejemplar;filename=20140910;place=none;publication=Diario%20del%20AltoArag%C3%B3n;day=10;month=09;year=2014;page=0033;id=0001089260;collection=prensa;url_high=http://store.diariodelaltoaragon.es/prensa/Diario%20del%20AltoArag%C3%B3n/2014/201409/20140910/20140910-0033.pdf;lang=es;archivo=;encoding=utf-8
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